Jueves 04. Auroras

“Mirad cual amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios”
1ra de Juan 3:1


El planeta Tierra tiene varias características físicas que llevaron a miles de científicos, filósofos, sabios y reyes otros, a tratar de develar algunos de los misterios que encierra. Pero sin duda una de las cosas más maravillosas que cualquier hombre querría ver, es una aurora. Estas son rayos fugases de luz refractados y dispersos de manera heterogénea por el cielo. Lo produce la atracción gravitatoria del planeta. Los colores vivos en medio de la inmensidad de la noche dispersos en los cielos, hacen de este un espectáculo realmente único. Del cual pocas personas pueden disfrutarlo; Ya que solo se da en los polos de nuestro planeta y no es tan frecuente.
Sin duda que a ti a mí nos gustaría poder ver una maravilla así. Pero hay algo que es mucho más precioso que una aurora boreal ó austral. Es el amor de Dios. Dios entregó lo único que tenia, a su Hijo Jesucristo, para que muera en una cruz por tu pecado. Y lo hizo solo por amor.
Hoy podemos ver ese amor tan infinito desplegarse en un cielo de bendiciones y cuidados, tal una aurora que desprende luces increíbles. Hoy podemos sentir la maravilla del amor de Dios en los cuidados que nos brinda y el gozo de sentimos libres del pecado y de la condenación.
Hay gente que con tal de ver una aurora viaja y pasa mucho tiempo en los polos de mundo. Nosotros para sentir el amor de Dios no tenemos que viajar a ningún lado, solo vivir una comunión con Dios, donde El sea lo primero en nuestra vida. Dejando todo nuestro ser en sus manos sentiremos de Su amor cada día.

Por andrés Vellano.

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